Postulados de Relatividad Especial

La relatividad especial se fundamenta, históricamente, en dos postulados:

1.- Todas las leyes de la física son invariantes bajo transformaciones entre sistemas de referencia inerciales.

2.- La velocidad de la luz en el vacío es una constante para todo observador inercial.

Estos se presentan como los dos postulados de la relatividad especial. Sin embargo, actualmente sabemos que ambos postulados son redundantes, es decir, uno implica al otro.

El imponer que todo sistema de referencia inercial, ver definición en el diccionario de mecáncia, vea la misma física, independientemente de su velocidad relativa conlleva que las leyes del electromagnetismo sean invariantes bajo ciertas transformaciones entre sistemas inerciales. En concreto, como describe Thorne en su libro Agujeros Negros y tiempo curvo, el que el campo magnético no tenga líneas abiertas, es decir, no hay ningún observador inercial que vea un monopolo, obliga a renunciar a las transformaciones de Galileo y tomar las de Lorentz.

Esto además implica que la velocidad de propagación que aparece en las ondas electromagnéticas sea un invariante relativista especial.

Si invertimos el argumento obtenemos que todas las leyes de la física han de ser invariantes bajo transformaciones de Lorentz.

Por tanto, la relatividad especial sólo se fundamenta en uno de los postulados.

Notemos que en ningún momento se establece que la velocidad de la luz seá la velocidad de propagación máxima como postulado o principio de la relatividad. Es decir, este hecho es un resultado de la teoría, que la velocidad de propagación máxima para las señales sea la velocidad de la luz es una consecuencia de los principios.