¿Qué puedo hacer?, la gran frase del bronce que surge cuando uno no tiene mayor opción, esperando que mágicamente aparezca el chapulin colorado y agarre todo a martillazos. La opresión de garganta que nos deja sin aire, maltrata nuestras ganas, nos envuelve en una vorágine de incertidumbre y recriminación. Pataleamos en la espesa bruma de nuestro futuro, tratando de vislumbrar posibilidades de feliz solución 3B (Bueno, Bonito y Barato), pero lamentablemente la vida no es tan simple y lo hecho en el pasado se hace mas claro.
Pero al final, uno detiene el avanzar, mira un árbol, siente la brisa fresca del atardecer y vuelve a caminar con paso firme, total vivir es levantarse del desanimo una y otra vez.