Re: La importancia de la evidencia en la Ciencia. El caso de la fusión fría
Como está claro que uno no puede saber de todo, ni puede revisar personalmente todas las evidencias de todas las disciplinas, voy a abundar en resaltar la importancia de la comunidad científica que señalan Jaime Rudas, carroza y Julián con el relato de un hecho histórico que tal vez los más jóvenes del foro no conozcan:
El 23 de marzo de 1989 dos químicos de contrastada reputación de la Universidad de Utah, Stanley Pons y Martin Fleischmann, dan una conferencia de prensa anunciando que han conseguido Fusión Nuclear a baja temperatura en una celda electroquímica con liberación importante de energía y generación de neutrones, (fusión fría), y publican en una modesta revista con revisión por pares, Journal of Electroanalytical Chemistry, un artículo describiendo su descubrimiento. Simultáneamente también envían un amplio artículo detallando el descubrimiento para que lo publique Nature.
La conferencia fue portada en todos los diarios importantes del mundo y yo, que estaba a punto de cumplir 30 años, lo recuerdo con emoción: adiós a los carísimos y complicadísimos Tokamak que estudiaban la fusión, que necesitaban temperaturas de millones de grados para conseguir fusionar solo unos míseros microgramos de materia durante apenas miserables microsegundos, … La fusión fría prometía enormes cantidades de energía a bajo coste, y yo lo creí porque la evidencia la proporcionaban científicos con experiencia y prestigio.
Por suerte yo no estaba solo: los físicos nucleares ya llevaban décadas estudiando las reacciones nucleares y ya sabían mucho de ellas: había ya una amplia base científica tanto teórica, (cromodinámica cuántica, modelos de las reacciones de generación de energía en las estrellas, ...), como práctica, reactores nucleares, armas nucleares, generadores de isótopos, aceleradores/colisionadores de partículas,…
¿Se les había pasado a todos ellos un mecanismo de reacción capaz de producir fusión nuclear con liberación de energía a baja temperatura? Como dice Asimov y popularizó Carl Sagan, “afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”
Inmediatamente, tras la lectura de la publicación en el Journal of Electroanalytical Chemistry, varios grupos de científicos se pusieron a replicar el experimento. Simultáneamente, por lo de las "pruebas extraordinarias", Nature pide a Pons y Fleischmann que aclaren/maticen/amplíen partes del artículo que le han enviado antes de publicarlo: Pons y Fleischmann responden que no tienen tiempo y retiran su solicitud de publicación del artículo.
En julio de 1989 Nature publica el trabajo de uno de los grupos de expertos en Física Nuclear que ha replicado cuidadosamente el experimento original de P-F, con el título “Upper limits on neutron and γ-ray emission from cold fusión” El abstract dice:
“Neutron and γ-ray emission from a variety of electrochemical cells (running continuously for up to two weeks) have been measured using a sensitive detection system with a very low background. Titanium alloy powder deuterided at room temperature and high pressure was also used for comparison. No statistically significant deviation from the background was observed in either γ-ray or neutron detectors. The estimated neutron flux in this experiment is at about one million times smaller than that reported by Fleischmann et al”
Y el fin de mi sueño. Yo no podía negar la evidencia del experimento de Pons-Fleischmann pero otros que sí podían, (la comunidad científica) se encargaron de ello.
Saludos.
Como está claro que uno no puede saber de todo, ni puede revisar personalmente todas las evidencias de todas las disciplinas, voy a abundar en resaltar la importancia de la comunidad científica que señalan Jaime Rudas, carroza y Julián con el relato de un hecho histórico que tal vez los más jóvenes del foro no conozcan:
El 23 de marzo de 1989 dos químicos de contrastada reputación de la Universidad de Utah, Stanley Pons y Martin Fleischmann, dan una conferencia de prensa anunciando que han conseguido Fusión Nuclear a baja temperatura en una celda electroquímica con liberación importante de energía y generación de neutrones, (fusión fría), y publican en una modesta revista con revisión por pares, Journal of Electroanalytical Chemistry, un artículo describiendo su descubrimiento. Simultáneamente también envían un amplio artículo detallando el descubrimiento para que lo publique Nature.
La conferencia fue portada en todos los diarios importantes del mundo y yo, que estaba a punto de cumplir 30 años, lo recuerdo con emoción: adiós a los carísimos y complicadísimos Tokamak que estudiaban la fusión, que necesitaban temperaturas de millones de grados para conseguir fusionar solo unos míseros microgramos de materia durante apenas miserables microsegundos, … La fusión fría prometía enormes cantidades de energía a bajo coste, y yo lo creí porque la evidencia la proporcionaban científicos con experiencia y prestigio.
Por suerte yo no estaba solo: los físicos nucleares ya llevaban décadas estudiando las reacciones nucleares y ya sabían mucho de ellas: había ya una amplia base científica tanto teórica, (cromodinámica cuántica, modelos de las reacciones de generación de energía en las estrellas, ...), como práctica, reactores nucleares, armas nucleares, generadores de isótopos, aceleradores/colisionadores de partículas,…
¿Se les había pasado a todos ellos un mecanismo de reacción capaz de producir fusión nuclear con liberación de energía a baja temperatura? Como dice Asimov y popularizó Carl Sagan, “afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”
Inmediatamente, tras la lectura de la publicación en el Journal of Electroanalytical Chemistry, varios grupos de científicos se pusieron a replicar el experimento. Simultáneamente, por lo de las "pruebas extraordinarias", Nature pide a Pons y Fleischmann que aclaren/maticen/amplíen partes del artículo que le han enviado antes de publicarlo: Pons y Fleischmann responden que no tienen tiempo y retiran su solicitud de publicación del artículo.
En julio de 1989 Nature publica el trabajo de uno de los grupos de expertos en Física Nuclear que ha replicado cuidadosamente el experimento original de P-F, con el título “Upper limits on neutron and γ-ray emission from cold fusión” El abstract dice:
“Neutron and γ-ray emission from a variety of electrochemical cells (running continuously for up to two weeks) have been measured using a sensitive detection system with a very low background. Titanium alloy powder deuterided at room temperature and high pressure was also used for comparison. No statistically significant deviation from the background was observed in either γ-ray or neutron detectors. The estimated neutron flux in this experiment is at about one million times smaller than that reported by Fleischmann et al”
Y el fin de mi sueño. Yo no podía negar la evidencia del experimento de Pons-Fleischmann pero otros que sí podían, (la comunidad científica) se encargaron de ello.
Saludos.
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