Yo creo que incluso las situaciones más agobiantes no están
carentes de algo de humor, pero a diferencia de aquel famoso quitamanchas,
el humor no hace desaparecer los agobios.

Desde hace tres años mi madre tiene diagnosticado el mal de alzheimer
pero todos sus detalles biográficos la han ido abandonando desde hace años
sin dejar apenas rastro. A base de observarla he aprendido
muchas cosas sobre como razonamos y lo ligado que está la capacidad
de emitir un juicio válido con todo aquello que una vez aprendimos
y podemos recordar.
Estos enfermos conforman su realidad para seguir desarrollando
su vida y mantienen ciertos hábitos o frases repetitivas.
Para el caso de mi madre, una de ellas es
- "Y tú ¿ no te has casado ?"
Y yo que digo
- "No, mamá. A los estudiantes de Física no nos quiere nadie".
Y ella me mira y sonrie.

La cosa se pone un poco más graciosa cuando esperamos en una cola
o paseamos por una calle transitada.

- "Mira... tu novia." - exclama cuando ve a una chica.

Bueno... yo me pregunto porqué las que vuelven la cabeza siempre
tienen que ser las gordas y feas.
Alguna vez podría interesarse por el comentario alguna guapa.
Pero no.
Y a mi, que soy vergonzoso, me toca agachar la cabeza
y apretar el paso por si alguna de las susodichas
da por buena la frase de mi madre.

Hace muchos años, vosotros no os acordaréis de esto,
pero de seguro era Presidente de la Junta de Andalucía, el bueno de Manolo Chaves,
el Ministerio de la Vida abrió un Negociado de Quejas y Sugerencias,
donde podías ir y presentar una instancia.
Y a don Pepito se le ocurrió ir a protestar por lo que le había dado la vida.
Detrás del mostrador de Información del mencionado Negociado
estaban dos funcionarios leyendo el "Marca".

- "¿ Puedo ayudarle en algo ? " - le preguntó a don Pepito el primer funcionario.
- " Si. Mi vida ha sido una mierda.
No he conseguido nada de ella " - le dijo don Pepito.
- " Bién.
Para estos casos lo mejor es dirigirse al Órgano" - le respondió el primer funcionario.
- " Sin duda... reclame al Órgano" - concluyó el segundo funcionario.

Y don Pepito, sin duda alguna se fué a donde el Órgano.

Como ya he comentado en algún post, vivo en una zona
llena de locales de ambiente. No tengo nada que decir al respecto
salvo que atraen a camellos y chaperos a la zona, y rara es la noche
en la que no hay una disputa por desacuerdo en un negocio de uno de estos
dos tipos, cuando no de los dos a la vez.

Iba yo de recogida del paseo vespertino con mi madre el sábado pasado
y era un poco tarde si os he de decir la verdad,
cuando ella se para y dice por enésima vez:

- "Mira... tu novia."

Y lo que se me acercaba era un moreno transexual con zapatos de plataforma...
casi dos metros de tio... y yo que digo... pues...

- "Glups, tierra trágame".

Sin lugar a dudas, hay veces en que si no te vas al Órgano,
el Órgano puede acudir a ti.

Un saludo y gracias por leerme.