Ayer el Gobierno andaluz ha distinguido a don Alfonso Guerra González
como Hijo Predilecto de de Andalucía.
Su carrera como político es larga, ha ocupado muchos cargos de responsabilidad en el partido,
pero me interesa mencionar que fue Secretario de Prensa del PSOE
y después, tras el XXVII Congreso, pasó a ocupar la Secretaría de Organización
y, después, la Vicesecretaría General.
Hace muchos años, en una entrevista, don Alfonso definió el 'modus operandi'
de aquel equipo de trabajo encabezado por González y Guerra de la siguiente forma :
Guerra era el cocinero que preparaba los platos
que después González servía a la mesa.
Yo diría que González, que ya había pasado por la operación de imagen de Pilar Miró
y se lo tenía creido,
no encontró la idea del todo afortunada y empezó a afilar el cuchillo.
Unos años después estalló lo que se conoció como "caso Juan Guerra" - Guerra "El Pícaro" -
Acosado por los medios - aquella prensa canallesca -,
González dijo algo así como "tendrán dos por el precio de uno"
pero la historia concluyó - en parte - con la dimisión de don Alfonso,
por entonces vicepresidente del Gobierno de España.
González siempre ha sido como aquel lechón untado de manteca
al que persigue todo el mundo
pero al que nunca pueden agarrar.
Si recordáis lo que os he comentado al inicio de este post,
don Alfonso - Guerra "El Malo" - era el hombre del partido.
En los años que siguieron a su dimisión como vicepresidente del gobierno de España,
se habló de la dualidad entre el guerrismo
- los hombres que consideraban que el partido era la herramienta
para el cambio y ocupaban cargos dentro de la organización del PSOE
controlado por Guerra -
y los renovadores - definidos perfectamente en la frase : "los renovadores de la nada"
que ocupaban cargos de responsabilidad en los distintos niveles del Ejecutivo -
La dualidad concluyó en que el partido perdió peso en la toma de decisiones
o como fuente de nuevas ideas.
Lo ganaron los personalismos nacidos de la descentralización
- gente que mandaban y mucho en las comunidades autónomas,
haciendo bueno aquello de que "quien parte, reparte" -.
Fue la edad dorada de "los barones del PSOE" o "los barones autonómicos".
Y al final, vino el Tio del Bigote y todos - o casi todos - perdieron (*).
Bueno... y ¿ a qué viene todo esto ?
Pues para entenderlo hay que leer la entrevista titulada
" El gran alcalde de Sevilla es alguien que no lo fue nunca : Alfonso Guerra "
que firma Maria José Guzmán y se publica en Diario de Sevilla el pasado 13 de febrero de 2o11
y que se puede leer en este
enlace.
Yo diría del entrevistado, profesor adscrito - hasta no hace mucho -
al Departamento de Física Atómica, Nuclear y Molecular
de la Universidad de Sevilla,
que su imagen -es la de aquel gigante bonachón - y sin embargo barbudo -
que sale en algunos cuentos de hadas.
Siempre vestido con pantalón de pana
y yendo por la mañana a la facultad usando el transporte público.
Me queda por redactar un artículo titulado
Alfonso Guerra y el tortugo ninja... pero será otro día.
Tengo que irme que me toca ir a sellar la tarjeta del paro en el SAE.
Un saludo.
(*) Creo que González dijo sobre aquellas Elecciones del 96
que con algo de tiempo más de campaña habría ganado a Aznar
Bueno... bueno... menos lobos, caperucita... te habrían salido más corruptos, hombre...
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El físico que viste pantalón de pana.
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Mientras que el Ronin de Frank Miller - publicado por DC entre 1984-85 - tuvo malas ventas,
una parodia de este comic, el "Teenage Mutant Ninja Turtles"
de Kevin Eastman y Peter Laird fue un pelotazo que les hizo de oro.
Coincidiendo con el estreno de la película sobre las "Ninja Turtles"
la editorial a la que yo le compraba libros y tebeos
había adquirido los derechos sobre la línea de comic-books y pensaba editarlos en castellano,
por esto me enviaron un grupo de "pósteres" de promoción.
Aquel año - 1990 - fue bastante complicado económicamente para mí.
Como se dice por aquí... "no vendía ni una escoba".
Tenía que pagar los plazos de la matrícula de la universidad - había fraccionado los pagos -
y además estaba pendiente de abonar los libros que había comprado a las editoriales con las que trabajaba.
Requerí a la editorial que me mandase bastantes pósteres de éstos
y me planté en el cine
- el Bécquer, próximo a la Puerta de La Macarena -
el día del estreno con una mesita plegable.
Aquello estaba lleno de chavales...
Puse la mesa delante de una de las entradas del cine
desplegué uno de los pósteres y simplemente me puse a esperar.
Por la izquierda vi a tres adultos y a un niño.
Uno de los adultos era Alfonso Guerra,
supongo que llevaba a su hijo - creo que le llamaban 'Pincho' - a ver la película,
los otros dos supongo que serían sus escoltas.
El portero del cine salió - yo pensé que me iba a echar -
pero supongo que aquella tarde tenía ganas de reirse de alguien
y yo le servía perfectamente.
Me dijo que la distribuidora iba a regalar a cada chico un póster
y que yo no iba a vender nada.
Se volvió para adentro riéndose a carcajadas mientras yo pensaba que había hecho el tonto.
La película "Teenage Mutant Ninja Turtles" dura 93 minutos.
Hacía mucho frio aquel día y yo estaba parado delante de la puerta del cine sin hacer nada.
No me volví a casa porque pensé que ya que había hecho el viaje
esperar hora y media no iba a cambiar nada
y además pensaba contínuamente en los recibos que tenía que pagar.
Cuando terminó la película todos los chavales salieron del cine
y descubrí que mi poster era distinto al que ellos tenían.
Todos lo querían.
Vendí todo lo que llevaba a aquellos chicos aquel día
y gracias a aquello pude pagar la matrícula aquel año.
Alfonso Guerra salió del cine, con su hijo y sus dos acompañantes.
Uno de los escoltas cargaba con el poster que le habían dado en el cine.
No me compró nada pero creo que sin que él apareciese en esta historia,
ésta sería tan insustancial como muchas otras mías.
Cuando ya no me quedó ningún poster doblé mi mesita plegable,
me despedí de aquellos chavales y empecé a alejarme del cine.
El portero me miraba atónito a través del cristal,
con la rabia de no haber podido seguir riéndose de mí
- un parado, en Sevilla hay muchos, que por necesidad tuvo que ir a buscarse la vida de esa forma -.
Le mostré una peineta mucho mejor que las que paseaba Carmen Sevilla
Y podría terminar mi relato aquí pero no tendría un título adecuado,
así que debo seguir un poco más.
Siempre que ponen la película de las "Teenage Mutant Ninja Turtles" en TV
recuerdo la historia y pienso en aquel portero...
era el que faltaba en la "peli", el Tortugo Ninja.
Y colorín, colorado... ahora sí, éste cuento he terminado.
¿ Os ha gustado ?
Gracias por vuestra atención.
Postdata.-
Es posible que me equivoque pero en el cine Bécquer fue donde mi madre ganó
un festival cantando "El niño judío"
Unos años de que pasase lo que os he contado el cine cerró
- supongo que 'el tortugo' se fue al paro... no hay que alegrarse nunca de algo así,
pero en mi opinión... 'que le den' -
y el local se convirtió en un supermercado
Creo que hoy en día sigue siéndolo.
Postdata.(2)-
A pesar de todo lo que os digan los políticos - el 'cabesa', 'sus' modernizaciones y 'sus' imparables -,
Sevilla sufrió durante muchos años unas cifras de paro impresionantes,
hasta tal punto que un año, la gente hambrienta llamó a las puertas del Ayuntamiento
pidiendo trabajo.
En estos tres últimos años estamos volviendo a esas cifras.
La vida es distinta para los que con el carné del partido político en la mano
han pillado trabajillo en tal consejería,
en cierta delegación provincial
o en alguna de las numerosas fundaciones u observatorios
( 'taco chuminá que no sirve pa ná' )
y para los que simplemente... convivimos en el hambre y la miseria.