Hace unos años recordaréis que eran muy frecuentes en prensa
cierto tipo de ofertas de trabajo para caballeros.
El perfil buscado era muy simple
puesto que no se requería titulación superior,
no se pedían idiomas
ni siquiera era obligatorio conocer la informática a nivel usuario.
El candidato simplemente debía de contar con buena presencia
y estar bien dotado.
El trabajo ofrecido en estos anuncios era el de acompañante de señoras adineradas
o, en una palabra, un trabajo de 'gigoló'.

Firma José Yoldí el artículo titulado "500 'gigolós' estafados"
que se publica en la edición del día 9 de marzo en el diario 'El País'.
El artículo se puede leer en este
enlace.

Las responsables de una de éstas tramas eran dos malagueñas
que gracias a anuncios en prensa y publicidad en internet
consiguieron sacarles los cuartos a unos quinientos - esto es... Esparta -
aspirantes a regar huertos desatendidos.
A cada uno le sacaron una cantidad entre 200 y 600 euros
lo que les proporcionó una cantidad total de unos 149,000 euros.

Finalmente un grupo de los quinientos - cincuenta - afectados ha denunciado el caso
y las 'cerebros' han sido condenadas al pago de 15,000 euros.
El 'book' de los estafados reune todas las virtudes del 'macho ibérico' :
los hay feos y muy feos,
algunos son de rostro arrugado,
todos están gordos y calvos
y la mayoría desdentados.

En España tiene el asunto precedente histórico,
pues en el Siglo de Oro si eras más o menos joven, lindo, de piel fina y lampiño
podías aspirar a ser 'candidato de anticristo' o más fácil, galán de monjas
y ganarte así la vida mientras el cuerpo aguante.

Cuando yo estaba en la Facultad recuerdo a un compañero
que me contó que se anunciaba como 'spanish gigoló'
en la sección de contactos de cierto diario de anuncios local.
No es por barrer para casa pero no había nivel comparado con el ganado
de este caso.

El chico este,
donde quiera que estés, amigo, espero que te vaya todo bién,
nos contaba que el secreto de su éxito
era disponer un 'culito peladín' obsequio de la madre naturaleza.
Unos lo tienen - o mejor dicho, lo tenemos - y otros no lo tenéis
Pasó sus días inspeccionando
ora los teoremas establecidos de la Física
ora los felpudos ajenos
y a día de hoy no podría decir a cual de las dos cosas le dedicó más tiempo,
y es que, en España, hay tanta mujer insatisfecha...

Un saludo y gracias a todos por leerme.