[FONT=Comic Sans MS]Recuerdo que cuando estaba en la secundaria escuché de una crónica que contaba de como un Inca había llegado a conocer las islas de Ocenía, ese Inca se llamó Tupac Yupanqui y a continuación relataré lo que hace algunos años leí.
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[FONT=Comic Sans MS] Sarmiento de Gamboa cuenta que en cierta ocasión en la época en que Inga Yupanqui estaba conquistando las costas de Manta y la isla de Puná y Tumbez, llegaron a ese lugar unos mercaderes en balsas los cuales dijeron venir de unas islas llamadas Auachumbi y Niñachumbi en donde había mucha gente y oro. Entonces el joven príncipe Topa Inga determina tentar la feliz aventura que le ayudaba por la mar ... y ... se determinó ir allá. Y para ello hizo una numerosa cantidad de balsas y se embarco en ellas 20 mil de sus soladados escogidos. Y la crónica concluye así: "Navegó Topa Inga y fue y descubrió [/FONT][FONT=Comic Sans MS]Auachumbi y Niñachumbi, y volvió de allá, de donde trajo gente negra y mucho oro y una silla de latón y un pellejo y quijadas de caballo[/FONT][FONT=Comic Sans MS] ..." El hecho es tan inusitado que Sarmiento se ve obligado a explicar: "Hago instancia en esto, porque a los que supieren algo de Indias les parecerá un poco extraño y dificultoso de creer".

Esta versión es también seguida por los cronistas Martín de Murúa y Miguel Cabello de Balboa, y ellos la interpretan y suponen que el viaje se debió de iniciar en Manta, entonces gran centro marítimo. Y este debió llevar una flota de mas o menos unas 120 embarcaciones y unos dos mil guerreros mas o menos (De ningún modo pudo llevar a 20 000 hombres) con unas 15 personas por cada embarcación. Y este debió cruzar el pacífico en unos 90 días, tras vencer 4 mil millas marinas. Siguió para ello un derrotero que aprovechó los vientos y corrientes (verificables actualmente en los modernos pilot charts). Las balsas eran seguras, las únicas embarcaciones involcables. Tampoco debió de haber tenido problemas con los alimentos por abundar los frutos del mar, menos aun con la bebida, por ir el agua en calabazas y cañas huecas, acrecentándose su cantidad con las lluvias. En los casos de emergencia - que, entendemos, no se dieron - habrían servido para saciar su sed los peces frescos drenados (mediante agujeros succionables) o los peces frescos exprimidos (con torniquetes de palo). Estoy abreviando esto pues sobre esto hay mucho que contar.

Si las velas utilizaban aires, las guaras u orzas de deriva aprovechan el mar. Los vientos y corrientes del Pacífico austral giran en sentido contrario a las manecillas del reloj; de acuerdo a esto el joven príncipe debió navegar primero al oeste, luego al sur y después al sureste y finalmente al noreste y noroeste. En su debido momento debió e avistar a Auachumbi (la isla de afuera), hoy Mangareva, en el grupo de las Gambier y posteriormente Niñachumbi (la isla del Fuego), que es la volcánica Pascua o Rapa Nui. Lo dicho demostraría que el principe Tupac Yupanqui - con el tiempo décimo Inca del Tahuantinsuyo - cumpliendo un periplo famoso, atravesó el pacífico 55 años que Hernando de Magallanes.


De este modo termino con la primera parte del relato y prometo continuarlo en otro articulo en mi blog en donde relataré qué evidencias existen acerca de la llegada de Tupac Yupanqui a Oceanía.

Espero sea de su agrado.


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