¡Hola a todos!
Ahora mismo acabo de terminar una videoconferencia con Puff. La verdad es que, con él, es habitual ver bastante humo, por lo de escupir fuego y todo eso. Pero hoy ha sido divertido ver como el humo le salía por la cabeza mientras intentaba descifrar vuestras respuestas. En cualquier caso, está muy agradecido, ¡seguid así!
Pero bueno, dejemos de pensar en el pasado y presentemos el décimo desafío, que ya va siendo hora. En esta ocasión, de la mano de todo un héroe, en la Tierra y en Mongo: Flash Gordon.
La semana pasada estuve en su Connecticut, de visita en la universidad de Yale donde Flash había ido a celebrar una reunión de exalumnos en su antigua hermandad.
La verdad es que yo iba con la esperanza de practicar un poco el Polo, deporte en que Gordon era todo un campeón antes de convertirse, sin querer, en héroe interplanetario. La verdad es que el polo se me da bien; al tener cuatro patas no me hace falta caballo. Eso sí, nunca he podido vencer a un centauro; ¡menos mal que en Yale no había!
Entre chukka y chukka (cada uno de los periodos de tiempo, entre 4 y 8, en que se divide el partido), Flash me contó una de sus más recientes azañas. Resulta que, en su ánimo competitivo, le dio por realizar una carrera contra la eletricidad.
Me contó que siempre le había intrigado el poco tiempo que transcurre entre que le da al interruptor y se encienden las bombillas. Así que se fue a hablar con su científico loco particular, el doctor Zarkov, para pedirle que le redujera al tamaño suficiente para poder entrar en el cable de cobre y echarle una carrera a un electrón en el si de una corriente continua de 10 amperios.
Avergonzado, el rubio héroe me contó que Zarkov se le había reído en la cara. Suponiendo que fuera posible miniaturizarlo, que es mucho suponer, el viejo doctor aseguró que la carrera en cuestión no sería un reto para Gordon; hasta un bebé gateando podría ganar a los aletargados electrones de una corriente eléctrica.
La verdad es que Flash no sale de su asombro. «¿Cómo puede ser que Zarkov diga que los electrones van tan lentos, si la bombilla se enciende de forma inmediata?». Estoy segura que vosotros, amigos de La web de Física podréis ayudarme.
Ahora mismo acabo de terminar una videoconferencia con Puff. La verdad es que, con él, es habitual ver bastante humo, por lo de escupir fuego y todo eso. Pero hoy ha sido divertido ver como el humo le salía por la cabeza mientras intentaba descifrar vuestras respuestas. En cualquier caso, está muy agradecido, ¡seguid así!
Pero bueno, dejemos de pensar en el pasado y presentemos el décimo desafío, que ya va siendo hora. En esta ocasión, de la mano de todo un héroe, en la Tierra y en Mongo: Flash Gordon.
La semana pasada estuve en su Connecticut, de visita en la universidad de Yale donde Flash había ido a celebrar una reunión de exalumnos en su antigua hermandad.
La verdad es que yo iba con la esperanza de practicar un poco el Polo, deporte en que Gordon era todo un campeón antes de convertirse, sin querer, en héroe interplanetario. La verdad es que el polo se me da bien; al tener cuatro patas no me hace falta caballo. Eso sí, nunca he podido vencer a un centauro; ¡menos mal que en Yale no había!
Entre chukka y chukka (cada uno de los periodos de tiempo, entre 4 y 8, en que se divide el partido), Flash me contó una de sus más recientes azañas. Resulta que, en su ánimo competitivo, le dio por realizar una carrera contra la eletricidad.
Me contó que siempre le había intrigado el poco tiempo que transcurre entre que le da al interruptor y se encienden las bombillas. Así que se fue a hablar con su científico loco particular, el doctor Zarkov, para pedirle que le redujera al tamaño suficiente para poder entrar en el cable de cobre y echarle una carrera a un electrón en el si de una corriente continua de 10 amperios.
Avergonzado, el rubio héroe me contó que Zarkov se le había reído en la cara. Suponiendo que fuera posible miniaturizarlo, que es mucho suponer, el viejo doctor aseguró que la carrera en cuestión no sería un reto para Gordon; hasta un bebé gateando podría ganar a los aletargados electrones de una corriente eléctrica.
La verdad es que Flash no sale de su asombro. «¿Cómo puede ser que Zarkov diga que los electrones van tan lentos, si la bombilla se enciende de forma inmediata?». Estoy segura que vosotros, amigos de La web de Física podréis ayudarme.
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