Sobre la radiación Hawking se ha dicho mucho y hay muchas ideas preconcebidas que han ido calando en el “subconsciente” global de los físicos. Sin embargo conviene aclarar algunas cosas de este efecto.
En primer lugar hay que decir que la radiación Hawking es un efecto cinemático puro, es decir, no tiene nada que ver con la gravedad propiamente dicha ni con ningún efecto dinámico de la misma. Dicho efecto solo depende de la existencia de una métrica Lorentziana y un horizonte. En el efecto Hawking no participan de manera alguna las ecuaciones de Einstein, por tanto, los detalles dinámicos de una teoría gravitatoria simplemente no tienen nada que decir sobre este efecto.
Esto es importante porque usualmente se presenta el efecto Hawking como una justificación de la fórmula de Bekenstein para la entropía de un agujero negro. Sin embargo, esta entropía (proporcional al area del horizonte) depende de la validez de las ecuaciones de Einstein. De hecho, su derivación inicial es a través de las leyes de la mecánica de los agujeros negros, que en última instancia están basadas en las ecuaciones de Einstein dado que para obtener la primera ley de la mecánica de los agujeros negros tenemos que encontrar como se relacionan la masa del agujero negro y su gravedad superficial, y esto viene dado por dichas ecuaciones. Por tanto, el efecto Hawking es el que da significado a la entropía del agujero negro y no el que justifica que los agujeros tengan entropía ( y por tanto temperatura).
El efecto en sí mismo surge de la comparación de vacíos calculados por dos observadores distintos en presencia de un horizonte (de algún tipo). El vacío de uno de los observadores es visto por parte del otro como lleno de radiación térmica y vice versa.
Otra característica es que dicho efecto se matiene aún teniendo un cutt-off en energías. Esto quiere decir que, si existe una cota de energía máxima (o momento) en nuestro universo (y por tanto las integrales en momentos en las teorías cuánticas de campos no irian de menos infinito a más infinito) el efecto se preserva.
Estas características son las que justifican que dicho efecto se esté buscando en modelo análogos de materia condensada, por ejemplo en fluidos o en condensados de Einstein-Bose. En dichos sistemas, dadas algunas configuraciones específicas, su geometría viene descrita por una métrica Lorentziana, aparece un horizonte, y existe un cutt-off natural en las energías (esencialmente determinado por la distancia interatómica). Así que, el efecto Hawking es muchas cosas, pero no es un efecto gravitatorio.
En primer lugar hay que decir que la radiación Hawking es un efecto cinemático puro, es decir, no tiene nada que ver con la gravedad propiamente dicha ni con ningún efecto dinámico de la misma. Dicho efecto solo depende de la existencia de una métrica Lorentziana y un horizonte. En el efecto Hawking no participan de manera alguna las ecuaciones de Einstein, por tanto, los detalles dinámicos de una teoría gravitatoria simplemente no tienen nada que decir sobre este efecto.
Esto es importante porque usualmente se presenta el efecto Hawking como una justificación de la fórmula de Bekenstein para la entropía de un agujero negro. Sin embargo, esta entropía (proporcional al area del horizonte) depende de la validez de las ecuaciones de Einstein. De hecho, su derivación inicial es a través de las leyes de la mecánica de los agujeros negros, que en última instancia están basadas en las ecuaciones de Einstein dado que para obtener la primera ley de la mecánica de los agujeros negros tenemos que encontrar como se relacionan la masa del agujero negro y su gravedad superficial, y esto viene dado por dichas ecuaciones. Por tanto, el efecto Hawking es el que da significado a la entropía del agujero negro y no el que justifica que los agujeros tengan entropía ( y por tanto temperatura).
El efecto en sí mismo surge de la comparación de vacíos calculados por dos observadores distintos en presencia de un horizonte (de algún tipo). El vacío de uno de los observadores es visto por parte del otro como lleno de radiación térmica y vice versa.
Otra característica es que dicho efecto se matiene aún teniendo un cutt-off en energías. Esto quiere decir que, si existe una cota de energía máxima (o momento) en nuestro universo (y por tanto las integrales en momentos en las teorías cuánticas de campos no irian de menos infinito a más infinito) el efecto se preserva.
Estas características son las que justifican que dicho efecto se esté buscando en modelo análogos de materia condensada, por ejemplo en fluidos o en condensados de Einstein-Bose. En dichos sistemas, dadas algunas configuraciones específicas, su geometría viene descrita por una métrica Lorentziana, aparece un horizonte, y existe un cutt-off natural en las energías (esencialmente determinado por la distancia interatómica). Así que, el efecto Hawking es muchas cosas, pero no es un efecto gravitatorio.