Queridos amigos, os estaría muy agradecido si me resolviérais una duda elemental que me confunde mucho. Soy un estudioso aficionado de astrofísica, y mi confusión tiene que ver con la reincidencia con que los expertos utilizan el tiempo presente para hablar de la Expansión del Universo. No comprendo por qué dicen que el Universo se "expande", cuando en realidad deberían decir siempre que, en todo caso, se "expandía". Voy a intentar desarrollar mi pregunta de manera más completa:
¿Se está realmente teniendo en cuenta el hecho de que, justamente para confirmar la Ley de Hubble, nos estamos moviendo en unas distancias (galaxias super-lejanas, fondo cósmico, quásares; diez a quince mil millones de años-luz, en definitiva) donde es imposible tener constancia alguna de la actualidad de los datos; donde (cuando) el universo era tan joven que podría no guardar correspondencia alguna, no ya con las apariencias de lo que vemos a nuestro alrededor, sino incluso con las mismas leyes, fuerzas y estructuras geométricas sobre las que descansa la Física actual?
Precisamente el hecho de que las últimas galaxias observadas del fondo cósmico, las que casi coinciden con el origen del tiempo, sean las más rápidas y separadas entre sí, las que más se alejan unas de otras, ¿no contradice de alguna forma fundamental el supuesto de que en aquel entonces debían estar los astros mucho más comprimidos? El hecho, por decirlo de otra forma, de que los "quásares" observados a trece mil millones de años-luz estén tan separados entre sí, y se alejen tan vertiginosamente rápido de nosotros, ¿es consistente con el supuesto de que en aquella época el universo debería ser mucho más denso? A no ser que la aceleración que detectamos en esos astros tenga más que ver con los procesos (cuasi-inflacionarios) de los albores de una explosión, y no con el empuje de una "energía oscura" más propia de procesos cosmológicos finales o, cuando menos, actuales, es ésta una paradoja profunda, pues si pudiéramos ver objetos situados a quince mil millones de años-luz, deberíamos estar viendo el mismísimo Big Bang, y no los astros tan dispersos y acelerados que de hecho vemos, y que la Ley de Hubble contempla.
Seguramente este tipo de dudas tendrán respuesta científica compleja y bien confirmada, pero para los que somos profanos en la materia, son paradojas elementales que, como la de Olbers, ponen en jaque toda la credibilidad académica. Pues abundemos un poco más en esta paradoja básica. Hubble descubre que cuanto más alejdas están las galaxias, más deprisa se alejan. De manera, además, proporcional. Pero como también es cierto que cuanto más alejada esté una galaxia, más antigua es, más cerca de la Gran Explosión se halla, ¿no es por tanto lógico, sin recurrir a ninguna "energía oscura", que su velocidad de escape sea mayor? Si estamos encontrando quásares a doce y trece mil millones de años-luz, o sea, bien poco después del Big Bang ¿no es lógico que la energía que les imprimió la explosión les haga ir más rápido que las galaxias que tienen cuatro o cinco mil millones de años menos, y también de manera proporcional? Parece una perogrullada, pero realmente se aplica esta "constante de sustracción temporal" a los astros lejanos? Pues no es cierto que "actualmente" el universo se expanda de manera acelerada. Más bien podría ocurrir que estamos viendo la tremenda velocidad que tenían los primeros cuerpos, lógicamente mayor cuanto más lejos y por tanto más antiguos son. Tanto que, si tuviéramos telescopios más potentes, podríamos llegar a registrar cuerpos moviéndose a la velocidad del período inflacionario. Y entonces sería un error pensar que el cosmos se expande inflacionariamente en esas distancias, porque eso es algo que parea nada está ocurriendo en la actualidad, sino en los primeros instantes de la creación.
Que alguien me corrija rápidamente, pues, si me equivoco, pues si hay algo de razón en la paradoja que expongo, aunque solo fuera un poco, quedaría patente que la estructura teórica de la expansión hace aguas por algún lado. Pues hacer esos estrictos ajustes temporales no solo eliminaría la incómoda necesidad de una "energía oscura" sino que explicaría también el hecho de haya una constante de proporcionalidad (ley de Hubble) entre la distancia y la velocidad. Es lógico. El Big Bang explota, y la velocidad de los materiales eyectados disminuye gradualmente conforme pasa el tiempo. El universo no se expande, pues. O al menos, no lo hace aceleradamente. Sus cuerpos van perdiendo velocidad a medida que pasa el tiempo, y es posible que algún día se detenga y vuelva a contraerse (si no lo ha hecho ya). Lo que pasa es que cuanto más lejos miramos, más joven era el cosmos, y más deprisa se alejaban las galaxias unas de otras. Como no podía ser de otra manera.
El hecho de que no veamos entonces a las galaxias mucho más próximas unas de otras, como debían estar sin duda en aquella época, quizás se debe a un "efecto perceptivo" provocado por la misma curvatura del espacio-tiempo. Pues supongamos que se construye un día un telescopio capaz de sondear distancias de más de veinte mil millones de años-luz. Tendríamos que poder ver el mismísimo Big Bang. Pero no lo veríamos como un punto pequeño y localizado, sino como un plasma que llenaría todo el espacio en todas direcciones. La geometría del espacio-tiempo habría dado una "hiper-vuelta" completa sobre sí misma, y nos estaríamos "viendo" como éramos entonces: una totalidad (de energía) que contiene dentro de sí todo el espacio-tiempo concebible. Es impensable ver el Big Bang "desde fuera", porque no hay tal exterioridad. No puede existir. Y eso explica por qué no vemos más comprimidos entre sí los astros (quásares) remotos en el espacio y en el tiempo. Si lo hiciéramos querría decir que estamos siendo testigos de nuestro propio universo desde fuera, tal vez desde otro universo.
(Claro que si la capacidad óptica de nuestros telescopios alcanzase algún día ese límite final, alcanzase a "ver" aquellas épocas / distancias, y nos topásemos con esa totalidad de plasma / energía, de radiación opaca, que debió ser nuestro universo en los primerísimos tiempos (quizás los primeros diez mil años), entonces sí que volveríamos a tener que revisar la paradoja de Olbers: ¿por qué no es la noche luminosa, si el fondo final de nuestro universo debería ser la luz del Big Bang "tapizando" la totalidad de la esfera de nuestro espacio-tiempo curvo?)
En fin, sé que debo de estar equivocándome en algo muy fundamental, pero no doy con ello en ningún libro. Todos dan por sentado que la expansión está categóricamente ocurriendo en el presente. ¿Es una mera confusión semántica, o hay algo más? Insisto en que estaría muy agradecido a quien me pueda aclarar esta confusa paradoja. Un abrazo muy fuerte a todos los "enamorados" de los misterios del cosmos.
¿Se está realmente teniendo en cuenta el hecho de que, justamente para confirmar la Ley de Hubble, nos estamos moviendo en unas distancias (galaxias super-lejanas, fondo cósmico, quásares; diez a quince mil millones de años-luz, en definitiva) donde es imposible tener constancia alguna de la actualidad de los datos; donde (cuando) el universo era tan joven que podría no guardar correspondencia alguna, no ya con las apariencias de lo que vemos a nuestro alrededor, sino incluso con las mismas leyes, fuerzas y estructuras geométricas sobre las que descansa la Física actual?
Precisamente el hecho de que las últimas galaxias observadas del fondo cósmico, las que casi coinciden con el origen del tiempo, sean las más rápidas y separadas entre sí, las que más se alejan unas de otras, ¿no contradice de alguna forma fundamental el supuesto de que en aquel entonces debían estar los astros mucho más comprimidos? El hecho, por decirlo de otra forma, de que los "quásares" observados a trece mil millones de años-luz estén tan separados entre sí, y se alejen tan vertiginosamente rápido de nosotros, ¿es consistente con el supuesto de que en aquella época el universo debería ser mucho más denso? A no ser que la aceleración que detectamos en esos astros tenga más que ver con los procesos (cuasi-inflacionarios) de los albores de una explosión, y no con el empuje de una "energía oscura" más propia de procesos cosmológicos finales o, cuando menos, actuales, es ésta una paradoja profunda, pues si pudiéramos ver objetos situados a quince mil millones de años-luz, deberíamos estar viendo el mismísimo Big Bang, y no los astros tan dispersos y acelerados que de hecho vemos, y que la Ley de Hubble contempla.
Seguramente este tipo de dudas tendrán respuesta científica compleja y bien confirmada, pero para los que somos profanos en la materia, son paradojas elementales que, como la de Olbers, ponen en jaque toda la credibilidad académica. Pues abundemos un poco más en esta paradoja básica. Hubble descubre que cuanto más alejdas están las galaxias, más deprisa se alejan. De manera, además, proporcional. Pero como también es cierto que cuanto más alejada esté una galaxia, más antigua es, más cerca de la Gran Explosión se halla, ¿no es por tanto lógico, sin recurrir a ninguna "energía oscura", que su velocidad de escape sea mayor? Si estamos encontrando quásares a doce y trece mil millones de años-luz, o sea, bien poco después del Big Bang ¿no es lógico que la energía que les imprimió la explosión les haga ir más rápido que las galaxias que tienen cuatro o cinco mil millones de años menos, y también de manera proporcional? Parece una perogrullada, pero realmente se aplica esta "constante de sustracción temporal" a los astros lejanos? Pues no es cierto que "actualmente" el universo se expanda de manera acelerada. Más bien podría ocurrir que estamos viendo la tremenda velocidad que tenían los primeros cuerpos, lógicamente mayor cuanto más lejos y por tanto más antiguos son. Tanto que, si tuviéramos telescopios más potentes, podríamos llegar a registrar cuerpos moviéndose a la velocidad del período inflacionario. Y entonces sería un error pensar que el cosmos se expande inflacionariamente en esas distancias, porque eso es algo que parea nada está ocurriendo en la actualidad, sino en los primeros instantes de la creación.
Que alguien me corrija rápidamente, pues, si me equivoco, pues si hay algo de razón en la paradoja que expongo, aunque solo fuera un poco, quedaría patente que la estructura teórica de la expansión hace aguas por algún lado. Pues hacer esos estrictos ajustes temporales no solo eliminaría la incómoda necesidad de una "energía oscura" sino que explicaría también el hecho de haya una constante de proporcionalidad (ley de Hubble) entre la distancia y la velocidad. Es lógico. El Big Bang explota, y la velocidad de los materiales eyectados disminuye gradualmente conforme pasa el tiempo. El universo no se expande, pues. O al menos, no lo hace aceleradamente. Sus cuerpos van perdiendo velocidad a medida que pasa el tiempo, y es posible que algún día se detenga y vuelva a contraerse (si no lo ha hecho ya). Lo que pasa es que cuanto más lejos miramos, más joven era el cosmos, y más deprisa se alejaban las galaxias unas de otras. Como no podía ser de otra manera.
El hecho de que no veamos entonces a las galaxias mucho más próximas unas de otras, como debían estar sin duda en aquella época, quizás se debe a un "efecto perceptivo" provocado por la misma curvatura del espacio-tiempo. Pues supongamos que se construye un día un telescopio capaz de sondear distancias de más de veinte mil millones de años-luz. Tendríamos que poder ver el mismísimo Big Bang. Pero no lo veríamos como un punto pequeño y localizado, sino como un plasma que llenaría todo el espacio en todas direcciones. La geometría del espacio-tiempo habría dado una "hiper-vuelta" completa sobre sí misma, y nos estaríamos "viendo" como éramos entonces: una totalidad (de energía) que contiene dentro de sí todo el espacio-tiempo concebible. Es impensable ver el Big Bang "desde fuera", porque no hay tal exterioridad. No puede existir. Y eso explica por qué no vemos más comprimidos entre sí los astros (quásares) remotos en el espacio y en el tiempo. Si lo hiciéramos querría decir que estamos siendo testigos de nuestro propio universo desde fuera, tal vez desde otro universo.
(Claro que si la capacidad óptica de nuestros telescopios alcanzase algún día ese límite final, alcanzase a "ver" aquellas épocas / distancias, y nos topásemos con esa totalidad de plasma / energía, de radiación opaca, que debió ser nuestro universo en los primerísimos tiempos (quizás los primeros diez mil años), entonces sí que volveríamos a tener que revisar la paradoja de Olbers: ¿por qué no es la noche luminosa, si el fondo final de nuestro universo debería ser la luz del Big Bang "tapizando" la totalidad de la esfera de nuestro espacio-tiempo curvo?)
En fin, sé que debo de estar equivocándome en algo muy fundamental, pero no doy con ello en ningún libro. Todos dan por sentado que la expansión está categóricamente ocurriendo en el presente. ¿Es una mera confusión semántica, o hay algo más? Insisto en que estaría muy agradecido a quien me pueda aclarar esta confusa paradoja. Un abrazo muy fuerte a todos los "enamorados" de los misterios del cosmos.
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