Cierro mis ojos,
cae el telón, terminó la función de la realidad.
Acaba todo,
la luz se hace remota en el tiempo
y aquí estamos denuevo
juntos yo y mis colegas.
Grito fuerte
para hacer estallar la bocina que emite el silencio pesado,
ese silencio que alimenta los debates,
ese silencio que me muestra las dualidades detrás del mundo.
Miro el cielo de mis párpados,
colores bailan, imágenes corren,
conceptos indescriptibles se hacen evidentes.
¡Hay gente en mi cabeza!,
golpean mesas virtuales imponiendo sus ideas,
derraman café y me queman el cerebro.
El pánico se hace efervecente,
busco refugio en el vacío, me sudan las manos y la cara,
apreto los dedos de mis pies contra sus plantas.
... duermo ...
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Tormenta sináptica
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ocultos del ser, hacer el relevamiento topofotográfico y traducir
esa experiencia a mensajes comunicables. Leo tus frases y siento
que una parte del misterio de la mente se entrega con amabilidad
para que lo examinan y lo comprendan. Es un privilegio tenerte como
compañero en el foro. Sé que esos recorridos por el paisaje mental
exigen pagar un pasaje caro. Pero evidentemente justificas cada
centavo, con lo que recoges y traes a la luz. Un saludo.