Parece que no pasa el tiempo, pero ya estamos en situación de enfrentarnos con el cuarto desafío del año. En esta ocasión os contaré algo que me ocurrió apenas hace diez días, volviendo de los carnavales de Venecia, sobre los cuales ya os hablaré en otra ocasión.
De vuelta a Giza, hice un alto en Corinto (Grecia). Para mi sorpresa, me encontré con Sísifo, el tirano que engañó a la muerte a un alto precio. Los dioses le permitieron vivir para siempre, pero a cambio debía arrastrar una gran piedra hasta la cima de una una ladera... que volvía a rodar hasta el principio antes de conseguir llegar.
Al parecer, los dioses le han perdonado parcialmente. Ahora, en vez de estar arrastrando continuamente la piedra, debe estar continuamente jugando al boliche. Me comentó que estaba intentando buscar cuál es la velocidad justa que debía imprimir a la bolita para que ésta dé toda la vuelta y caiga sobre la cesta. "También importa el ángulo en que sostienes la cazoleta", añadió.
Yo le respondí que, con un poco de Física, no es difícil calcular la velocidad, e incluso el ángulo. No le dije nada más, ¿quién quiere ayudar a quien se ganó tan horrible castigo? No obstante, creo que es un bonito problema para vosotros.
De vuelta a Giza, hice un alto en Corinto (Grecia). Para mi sorpresa, me encontré con Sísifo, el tirano que engañó a la muerte a un alto precio. Los dioses le permitieron vivir para siempre, pero a cambio debía arrastrar una gran piedra hasta la cima de una una ladera... que volvía a rodar hasta el principio antes de conseguir llegar.
Al parecer, los dioses le han perdonado parcialmente. Ahora, en vez de estar arrastrando continuamente la piedra, debe estar continuamente jugando al boliche. Me comentó que estaba intentando buscar cuál es la velocidad justa que debía imprimir a la bolita para que ésta dé toda la vuelta y caiga sobre la cesta. "También importa el ángulo en que sostienes la cazoleta", añadió.
Yo le respondí que, con un poco de Física, no es difícil calcular la velocidad, e incluso el ángulo. No le dije nada más, ¿quién quiere ayudar a quien se ganó tan horrible castigo? No obstante, creo que es un bonito problema para vosotros.
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