En un post del hilo del año pasado La importancia de la evidencia en la Ciencia se comentó la euforia y la decepción que causó el descubrimiento y la refutación de la “Fusión fría” en 1989
En esa misma época también se le dio mucha publicidad a un estudio de dos físicos japoneses, Hayasaka y Takeuchi publicado el 18 de diciembre de 1989 en la prestigiosa Physical Review Letters, (revista peer-review) El artículo había sido enviado a la revista el 7 de marzo de 1988, por lo tanto la publicación se demoró 21 meses, cuando lo normal era que en esa época los artículos se publicasen en PRL entre 4 y 8 semanas después del envío: ello fue debido a que los editores y revisores de Physical Review Letters (PRL) se mostraron muy escépticos sobre el efecto reportado, pero como no encontraron nada incorrecto en las técnicas experimentales descritas, finalmente decidieron publicarlo.
El artículo se titulaba Anomalous Weight Reduction on a Gyroscope's Right Rotations about the Vertical Axis on the Earth
El trabajo presentó pruebas detalladas de que tres giróscopos diferentes hechos de latón, aluminio y acero al silicio mostraron una pérdida de peso de hasta 12 miligramos (unas pocas partes en 100.000 del peso total) cuando el giroscopio giraba entre 3000 y 13000 rpm en sentido horario (visto desde arriba). En cambio, los giróscopos no mostraron ningún efecto de pérdida de peso al girar en sentido antihorario.
Los datos del giro en sentido horario mostraron que la pérdida de peso de los giróscopos era proporcional a su velocidad de rotación. El paper de Hayasaka-Takeuchi enfatizaba que ningún efecto físico conocido, incluyendo la Relatividad General, puede explicar un efecto de esa magnitud y dependencia rotacional.
El paper enseguida alcanzó altas cotas de notoriedad mediática por dos motivos:
1. El fenómeno no se podía explicar en el ámbito de la Relatividad. Eso les encanta a la legión de antieinsteins que abundan en el mundo: como en el caso de los presuntos neutrinos superlumínicos, los antirelatividad aparecieron como setas para afirmar “…yo ya os lo decía, Einstein es tonto, mi teoría del éter es mucho mejor que la relatividad…”
2. Se generaba antigravedad, otra palabra mágica para hacer volar la imaginación. Y esa antigravedad era generada mediante giro, lo que debía ser correcto ya que es bien conocido que así es cómo vuelan los platillos volantes
Por otro lado, la mayoría de los científicos se mostraban cautelosos y escépticos mientras el experimento no fuese replicado: había cierta sensación de que el resultado de los japoneses debía ser probablemente incorrecto porque tenía una dependencia espacial muy peculiar y poco física, cuando se invertía el sentido de giro del giróscopo la “antigravedad” ni se mantenía ni se invertía, simplemente pasaba a ser cero. Ello “olía” a algún tipo de error sistemático.
Ya que afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, no hubo que esperar mucho, el experimento de Hayasaka - Takeuchi de 1989 fue replicado en 1990 por 3 equipos diferentes y los resultados publicados, 2 de ellos en la propia Physical Review Letters, y 1 en Nature: ninguna de las 3 repeticiones del experimento reprodujo los efectos descritos por Hayasaka – Takeuchi
Gyroscope-weighing experiment with a NULL RESULT
NULL RESULT for the weight change of a spinning gyroscope
The mass of spinning rotors: no dependence on speed or sense of rotation
Un equipo japonés en 1991 tampoco pudo replicar el resultado Hayasaka - Takeuchi y lo publicó en Journal of the Physical Society of Japan: Observation against the Weight Reduction of Spinning Gyroscopes
Y un trabajo más moderno publicado en 2002 en Physical Review D: Null result for violation of the equivalence principle with free-fall rotating gyroscopes
Por lo tanto, a día de hoy parece muy claro que la “antigravedad giroscópica” no existe, pero al igual que pasa con la fusión fría, grupos de "pro-UFOs" y "antieinsteins" no quieren enterarse de que ello ha sido refutado, y continúan con sus mantras de que su gurú de turno explica algo inexplicable para la relatividad, y/o que ello es lo que permite el viaje interestelar de los platillos volantes y que nos permitirá viajar a nosotros en el futuro cuando estudiemos y dominemos la "energía libre de la antigravedad"
Gracias a arivasm por las pistas que me ha facilitado para hallar información para elaborar este post, y saludos a todos.
En esa misma época también se le dio mucha publicidad a un estudio de dos físicos japoneses, Hayasaka y Takeuchi publicado el 18 de diciembre de 1989 en la prestigiosa Physical Review Letters, (revista peer-review) El artículo había sido enviado a la revista el 7 de marzo de 1988, por lo tanto la publicación se demoró 21 meses, cuando lo normal era que en esa época los artículos se publicasen en PRL entre 4 y 8 semanas después del envío: ello fue debido a que los editores y revisores de Physical Review Letters (PRL) se mostraron muy escépticos sobre el efecto reportado, pero como no encontraron nada incorrecto en las técnicas experimentales descritas, finalmente decidieron publicarlo.
El artículo se titulaba Anomalous Weight Reduction on a Gyroscope's Right Rotations about the Vertical Axis on the Earth
El trabajo presentó pruebas detalladas de que tres giróscopos diferentes hechos de latón, aluminio y acero al silicio mostraron una pérdida de peso de hasta 12 miligramos (unas pocas partes en 100.000 del peso total) cuando el giroscopio giraba entre 3000 y 13000 rpm en sentido horario (visto desde arriba). En cambio, los giróscopos no mostraron ningún efecto de pérdida de peso al girar en sentido antihorario.
Los datos del giro en sentido horario mostraron que la pérdida de peso de los giróscopos era proporcional a su velocidad de rotación. El paper de Hayasaka-Takeuchi enfatizaba que ningún efecto físico conocido, incluyendo la Relatividad General, puede explicar un efecto de esa magnitud y dependencia rotacional.
El paper enseguida alcanzó altas cotas de notoriedad mediática por dos motivos:
1. El fenómeno no se podía explicar en el ámbito de la Relatividad. Eso les encanta a la legión de antieinsteins que abundan en el mundo: como en el caso de los presuntos neutrinos superlumínicos, los antirelatividad aparecieron como setas para afirmar “…yo ya os lo decía, Einstein es tonto, mi teoría del éter es mucho mejor que la relatividad…”
2. Se generaba antigravedad, otra palabra mágica para hacer volar la imaginación. Y esa antigravedad era generada mediante giro, lo que debía ser correcto ya que es bien conocido que así es cómo vuelan los platillos volantes
Por otro lado, la mayoría de los científicos se mostraban cautelosos y escépticos mientras el experimento no fuese replicado: había cierta sensación de que el resultado de los japoneses debía ser probablemente incorrecto porque tenía una dependencia espacial muy peculiar y poco física, cuando se invertía el sentido de giro del giróscopo la “antigravedad” ni se mantenía ni se invertía, simplemente pasaba a ser cero. Ello “olía” a algún tipo de error sistemático.
Ya que afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, no hubo que esperar mucho, el experimento de Hayasaka - Takeuchi de 1989 fue replicado en 1990 por 3 equipos diferentes y los resultados publicados, 2 de ellos en la propia Physical Review Letters, y 1 en Nature: ninguna de las 3 repeticiones del experimento reprodujo los efectos descritos por Hayasaka – Takeuchi
Gyroscope-weighing experiment with a NULL RESULT
NULL RESULT for the weight change of a spinning gyroscope
The mass of spinning rotors: no dependence on speed or sense of rotation
Un equipo japonés en 1991 tampoco pudo replicar el resultado Hayasaka - Takeuchi y lo publicó en Journal of the Physical Society of Japan: Observation against the Weight Reduction of Spinning Gyroscopes
Y un trabajo más moderno publicado en 2002 en Physical Review D: Null result for violation of the equivalence principle with free-fall rotating gyroscopes
Por lo tanto, a día de hoy parece muy claro que la “antigravedad giroscópica” no existe, pero al igual que pasa con la fusión fría, grupos de "pro-UFOs" y "antieinsteins" no quieren enterarse de que ello ha sido refutado, y continúan con sus mantras de que su gurú de turno explica algo inexplicable para la relatividad, y/o que ello es lo que permite el viaje interestelar de los platillos volantes y que nos permitirá viajar a nosotros en el futuro cuando estudiemos y dominemos la "energía libre de la antigravedad"
Gracias a arivasm por las pistas que me ha facilitado para hallar información para elaborar este post, y saludos a todos.