De nuevo, me he visto en la obligación moral de escribir un post haciendo un reconocimiento al trabajo (poco valorado fuera del ámbito de la física) perteneciente a Emmy Noether, una gran matemática que contribuyó decisivamente en ámbitos de álgebra abstracta y física teórica.
Uno de sus mayores logros, podría ser considerado uno de los teoremas que es a su vez, uno de los más sencillamente formulados y al mismo tiempo con implicaciones muy importantes (y bellas) dentro de la Física.
https://en.wikipedia.org/wiki/Noether%27s_theorem
El teorema a grosso modo establece que a toda simetría continua le corresponde un principio de conservación (una carga o corriente conservada).
El artículo original fue publicado el 26 de julio de 1918, de modo que su centenario fue hace escasamente 3 meses, y sin embargo, en comparación con el revuelo mediático que hubo con el respectivo centenario de la Teoría de la Relatividad hace 3 años, esta noticia ha tenido un impacto mínimo.
Sea por los motivos que fuere, ya sea la prácticamente nulidad de reconocimiento que han tenido las mujeres hasta las últimas décadas u otros, me parece imprescindible reconocer su trabajo, para entre otras cosas honrar a su memoria y mostrar referentes que guíen a las futuras generaciones de científicas/os en el noble propósito de entender el mundo y lo que hay en él.
Uno de sus mayores logros, podría ser considerado uno de los teoremas que es a su vez, uno de los más sencillamente formulados y al mismo tiempo con implicaciones muy importantes (y bellas) dentro de la Física.
https://en.wikipedia.org/wiki/Noether%27s_theorem
El teorema a grosso modo establece que a toda simetría continua le corresponde un principio de conservación (una carga o corriente conservada).
El artículo original fue publicado el 26 de julio de 1918, de modo que su centenario fue hace escasamente 3 meses, y sin embargo, en comparación con el revuelo mediático que hubo con el respectivo centenario de la Teoría de la Relatividad hace 3 años, esta noticia ha tenido un impacto mínimo.
Sea por los motivos que fuere, ya sea la prácticamente nulidad de reconocimiento que han tenido las mujeres hasta las últimas décadas u otros, me parece imprescindible reconocer su trabajo, para entre otras cosas honrar a su memoria y mostrar referentes que guíen a las futuras generaciones de científicas/os en el noble propósito de entender el mundo y lo que hay en él.
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