Hola,
Hace algunos meses lleva rondándome por la cabeza dar un giro radical a mi trayectoria estudiantil. Mi caso es un tanto particular, y por ello ignoro si se trata de algo disparatado. He preguntado a mi entorno y les parece correcto si ese es mi deseo, sin embargo cuando las emociones entran en juego es como si la crueldad de la realidad no se valorara en toda su magnitud.
Estudié física hasta cuarto de ESO, obteniendo una nota bastante (notable) aceptable en el cómputo general con química, que me iba más flojita. De hecho la física me gustaba bastante. Sin embargo en historia obtuve un excelente y, guiado por mi tutora, me incliné por las ciencias sociales. Las matemáticas que ahí dábamos eran estadística y ecuaciones en 1º, en segundo profundizamos en el método Gauss y derivadas e integrales superficialmente (debo decir que la calidad didáctica del profesor era tan baja que prácticamente solo aprobaban los que iban a repaso, yo aprobé no sé cómo, y en selectividad obtuve una nota tan vergonzosa que me abstengo de ponerla). Luego, viendo mis preferencias hacia el mundo de la educación, me atrajo la pedagogía, carrera que obtuve a trancas y barrancas basándome en la ley del mínimo esfuerzo. Hace un año, viendo que me convalidaban miríadas de asignaturas, me matriculé en educación social a distancia, que, hasta el momento, voy aprobando con buenas notas y facilidad. En esta carrera, precisamente, existe una asignatura de matemáticas que se llama Análisis de datos en la investigación educativa, la cual llevo considerablemente bien. Vemos estadística que, según un economista amigo, es bastante avanzada en nuestro ámbito (Muestras, t-test, Pearson, Spearman, Chi-cuadrado, tablas de frecuencias...). Y resulta que tal asignatura, de la cual la mayoría de alumnos hablan pestes, a mí me gusta, no tanto por la estadística como por los procedimiento matemáticos (básicos, como sabréis). Aunque no voy a establecer una causa-efecto, es cierto que esta asignatura ha tenido influencia en que, hará una semana, haya comenzado a prepararme para cursar el grado de física a distancia por la UNED. He sacado un libro de la biblioteca que he visto en otro hilo que alguien recomendaba, a saber, Física para la ciencia y tecnología de Tipler (por cierto que los ejercicios resueltos en mi edición son solo los impares). Resulta que hay aspectos que entiendo con suma facilidad, mientras en otros observo que carezco de una base preocupante. Para intentar suplir tales deficiencias, me he procurado otros libros, por ejemplo, de primero y segundo de bachiller (Mcgrawhill), pero no cuentan con ejercicios resueltos y, en ocasiones, me da la sensación de que precisaría de alguien que me explicara algunas de mis dudas. En otras palabras, que mis bases son ostensiblemente lamentables, esto es independiente de las horas que le estoy dedicando, que no son pocas, compaginadas, además, con la otra carrera. Y pese a todos estos contratiempos, resulta que el tiempo se me pasa volando, no miro el reloj más que cuando me ruge el estómago o se me espesa la saliva.
Mi plan es dedicar este verano a adquirir una base que me permita comenzar el grado con ciertas garantías y no desorientarme en las 30 páginas de un libro de álgebra o fundamentos de la física, mientras la otra carrera la dejaría aparcada. Y la pregunta principal es si, teniendo unos conocimientos limitados y procedentes del autoaprendizaje, se puede comenzar el grado de física con solvencia (con solvencia quiere decir, para obtener un Apto).
Gracias de antemano y disculpas si me he alargado demasiado.
Hace algunos meses lleva rondándome por la cabeza dar un giro radical a mi trayectoria estudiantil. Mi caso es un tanto particular, y por ello ignoro si se trata de algo disparatado. He preguntado a mi entorno y les parece correcto si ese es mi deseo, sin embargo cuando las emociones entran en juego es como si la crueldad de la realidad no se valorara en toda su magnitud.
Estudié física hasta cuarto de ESO, obteniendo una nota bastante (notable) aceptable en el cómputo general con química, que me iba más flojita. De hecho la física me gustaba bastante. Sin embargo en historia obtuve un excelente y, guiado por mi tutora, me incliné por las ciencias sociales. Las matemáticas que ahí dábamos eran estadística y ecuaciones en 1º, en segundo profundizamos en el método Gauss y derivadas e integrales superficialmente (debo decir que la calidad didáctica del profesor era tan baja que prácticamente solo aprobaban los que iban a repaso, yo aprobé no sé cómo, y en selectividad obtuve una nota tan vergonzosa que me abstengo de ponerla). Luego, viendo mis preferencias hacia el mundo de la educación, me atrajo la pedagogía, carrera que obtuve a trancas y barrancas basándome en la ley del mínimo esfuerzo. Hace un año, viendo que me convalidaban miríadas de asignaturas, me matriculé en educación social a distancia, que, hasta el momento, voy aprobando con buenas notas y facilidad. En esta carrera, precisamente, existe una asignatura de matemáticas que se llama Análisis de datos en la investigación educativa, la cual llevo considerablemente bien. Vemos estadística que, según un economista amigo, es bastante avanzada en nuestro ámbito (Muestras, t-test, Pearson, Spearman, Chi-cuadrado, tablas de frecuencias...). Y resulta que tal asignatura, de la cual la mayoría de alumnos hablan pestes, a mí me gusta, no tanto por la estadística como por los procedimiento matemáticos (básicos, como sabréis). Aunque no voy a establecer una causa-efecto, es cierto que esta asignatura ha tenido influencia en que, hará una semana, haya comenzado a prepararme para cursar el grado de física a distancia por la UNED. He sacado un libro de la biblioteca que he visto en otro hilo que alguien recomendaba, a saber, Física para la ciencia y tecnología de Tipler (por cierto que los ejercicios resueltos en mi edición son solo los impares). Resulta que hay aspectos que entiendo con suma facilidad, mientras en otros observo que carezco de una base preocupante. Para intentar suplir tales deficiencias, me he procurado otros libros, por ejemplo, de primero y segundo de bachiller (Mcgrawhill), pero no cuentan con ejercicios resueltos y, en ocasiones, me da la sensación de que precisaría de alguien que me explicara algunas de mis dudas. En otras palabras, que mis bases son ostensiblemente lamentables, esto es independiente de las horas que le estoy dedicando, que no son pocas, compaginadas, además, con la otra carrera. Y pese a todos estos contratiempos, resulta que el tiempo se me pasa volando, no miro el reloj más que cuando me ruge el estómago o se me espesa la saliva.
Mi plan es dedicar este verano a adquirir una base que me permita comenzar el grado con ciertas garantías y no desorientarme en las 30 páginas de un libro de álgebra o fundamentos de la física, mientras la otra carrera la dejaría aparcada. Y la pregunta principal es si, teniendo unos conocimientos limitados y procedentes del autoaprendizaje, se puede comenzar el grado de física con solvencia (con solvencia quiere decir, para obtener un Apto).
Gracias de antemano y disculpas si me he alargado demasiado.
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