[FONT=Verdana]La idea de la relatividad del tiempo, también conocida como “dilatación” del tiempo, se puede poner a prueba con un experimento mental denominado la “Prueba del 8”…
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[FONT=Verdana]Supongamos dos naves espaciales de igual tamaño y características, llamadas N-1 y N-2. Estas naves viajan por el espacio interestelar moviéndose en círculos tangentes del mismo radio, a la misma velocidad constante y girando en el sentido de las agujas del reloj, de tal forma que las naves se entrecruzan (viajando en sentido contrario) en el punto de tangencia entre los dos círculos. Es decir, que sus trayectorias curvas forman la figura de un 8 y, de este modo, hay una perfecta simetría en sus movimientos.
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[FONT=Verdana]Las naves se entrecruzan en el punto de tangencia en un instante inicial, y lo hacen nuevamente en un instante final, después de haber descrito círculos de amplísimo radio y de una curvatura muy suave, inapreciable para los tripulantes de las naves (que prácticamente tendrían la misma sensación que si se movieran en línea recta a velocidad constante).
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[FONT=Verdana]Cada nave se desplaza por el espacio a 500 kms/sg de velocidad tangencial constante con respecto al centro de su círculo, de modo que la velocidad relativa (también constante) entre las dos naves es de 1000 kms/sg. Si suponemos además que la distancia recorrida en una sola vuelta por cada nave es de 648000 millones de kilómetros, la aceleración de cada nave en la dirección perpendicular a su trayectoria sería de 0,0024 m/sg² (la cual resulta muy pequeña, como puede verse, prácticamente inapreciable).
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[FONT=Verdana]En el instante inicial en que las naves N-1 y N-2 se cruzan, los relojes de las naves se ponen a cero. En el instante final las naves vuelven a cruzarse y se pueden comparar entonces las medidas de los relojes. Como el instante inicial es t=0 para los relojes de las dos naves, debido a la sincronización que se efectúa en ese instante inicial, entonces llamamos T y T’ a las medidas de los relojes en el instante final, que coinciden con los intervalos temporales transcurridos para cada nave, medidos en horas (y que han de ser diferentes entre sí de acuerdo con la Teoría de la Relatividad, debido al movimiento relativo entre las naves).
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[FONT=Verdana]Aplicando la fórmula relativista del cálculo del desfase temporal [/FONT][FONT=Verdana]T’[/FONT][FONT=Verdana]=T (1[/FONT][FONT=Cambria Math]‒[/FONT][FONT=Verdana]v2/c2)1/2[/FONT][FONT=Verdana], se obtiene que a una velocidad de 1000 kms/sg (relativa entre las naves N-1 y N-2) corresponde una reducción de 0,02 segundos (en la medida del intervalo T’) por cada hora contabilizada en el intervalo de tiempo T. Como la circunferencia recorrida por cada nave es de 648000 millones de kilómetros, y ésta es la distancia que recorrería en 360000 horas (poco más de 41 años) una nave cuya velocidad es de 500 kms/sg, resulta que en el instante final del entrecruzamiento tiene que producirse un desfase temporal de 2 horas (= 7200 segundos) entre los relojes de las naves.
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[FONT=Verdana]Ahora bien, el problema surge cuando se quiere determinar, aplicando la Teoría de la Relatividad, cuál de los dos relojes (el de la nave N-1 o el de la nave N-2) tiene que estar retrasado en el instante final de este experimento mental:
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[FONT=Verdana]Como la nave N-1 se ha movido constantemente a 1000 kms/sg respecto a la nave N-2, resulta que en ese instante final (cuando las naves vuelven a cruzarse y se completa la figura del 8), el reloj de la nave N-1 tendría que estar retrasado en 2 horas respecto al reloj de la nave N-2. Es decir, que el reloj de N-1 marcaría un total de 359998 horas transcurridas mientras que el reloj de N-2 marcaría 360000 horas transcurridas.
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[FONT=Verdana]Pero como es igualmente cierto que la nave N-2 se ha movido constantemente a una velocidad relativa de 1000 kms/sg respecto a la nave N-1, entonces también ha de verificarse (en ese mismo instante final en que se cruzan las naves) que el reloj de la nave N-2 esté retrasado en 2 horas respecto al reloj de la nave N-1. De este modo, el reloj de N-1 marcaría un total de 360000 horas transcurridas mientras que el reloj de N-2 marcaría 359998 horas transcurridas.
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[FONT=Verdana]Estos resultados, claramente contradictorios, han de verificarse aplicando la misma teoría de Einstein (quien rechazó el resultado tradicional de la física clásica, según el cual los dos relojes inicialmente sincronizados tendrían que marcar también la misma hora en el instante final del experimento).
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[FONT=Verdana]Así pues, la aplicación de la Teoría de la Relatividad lleva a la conclusión de que, al haberse estado moviendo cada nave a una velocidad de 1000 kms/sg con respecto a la otra nave, cada uno de los dos relojes (el de la nave N-1 y el de la nave N-2) tendría que marcar simultáneamente las medidas 360000 y 359998 del intervalo temporal transcurrido, cosa que resulta físicamente imposible. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la Relatividad, las medidas de los relojes no pueden ser ficticias o ilusorias para un determinado observador sino que han de marcar unos verdaderos desfases temporales con todas sus consecuencias, y que los relojes usados en este experimento serían unos mecanismos reales que funcionan según unas leyes físicas reales y verificables. En el caso de los típicos relojes digitales, la pantalla del reloj podría tener instalado un conjunto de barras luminosas horizontales y verticales que formarían las diferentes cifras, dependiendo de las barras que estén encendidas y apagadas en cada instante y, lógicamente, cada una de estas barras no puede estar encendida y apagada simultáneamente para poder formar cifras distintas (según sea uno u otro observador el que mire la pantalla de un reloj).
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[FONT=Verdana]¿Y qué ocurriría si los relojes estuviesen programados para explotar justamente cuando marcasen la cifra 360000? ¿Cuál de los dos relojes estallaría en el instante del cruce entre las dos naves espaciales, el reloj de la nave N-1 o el de la nave N-2? [/FONT]
[FONT=Verdana][FONT=Verdana]Estas contradicciones físicas que se deducen de la famosa teoría de Einstein también se manifiestan en la llamada “contracción de la longitud” relativista, como puede leerse en mi anterior texto sobre este tema (véase [/FONT][FONT=Verdana]http://forum.lawebdefisica.com/threa...-relativistas) )[/FONT][FONT=Verdana]. Por ello cualquier supuesta prueba experimental que suele presentarse a favor de la validez de la Relatividad, ya sean los relojes atómicos del GPS o las partículas llamadas muones, debe de corresponder a algún fenómeno físico diferente a la hipotética combinación de la “dilatación del tiempo” y la “contracción de la longitud” relativistas.
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[FONT=Verdana]Supongamos dos naves espaciales de igual tamaño y características, llamadas N-1 y N-2. Estas naves viajan por el espacio interestelar moviéndose en círculos tangentes del mismo radio, a la misma velocidad constante y girando en el sentido de las agujas del reloj, de tal forma que las naves se entrecruzan (viajando en sentido contrario) en el punto de tangencia entre los dos círculos. Es decir, que sus trayectorias curvas forman la figura de un 8 y, de este modo, hay una perfecta simetría en sus movimientos.
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[FONT=Verdana]Las naves se entrecruzan en el punto de tangencia en un instante inicial, y lo hacen nuevamente en un instante final, después de haber descrito círculos de amplísimo radio y de una curvatura muy suave, inapreciable para los tripulantes de las naves (que prácticamente tendrían la misma sensación que si se movieran en línea recta a velocidad constante).
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[FONT=Verdana]Cada nave se desplaza por el espacio a 500 kms/sg de velocidad tangencial constante con respecto al centro de su círculo, de modo que la velocidad relativa (también constante) entre las dos naves es de 1000 kms/sg. Si suponemos además que la distancia recorrida en una sola vuelta por cada nave es de 648000 millones de kilómetros, la aceleración de cada nave en la dirección perpendicular a su trayectoria sería de 0,0024 m/sg² (la cual resulta muy pequeña, como puede verse, prácticamente inapreciable).
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[FONT=Verdana]En el instante inicial en que las naves N-1 y N-2 se cruzan, los relojes de las naves se ponen a cero. En el instante final las naves vuelven a cruzarse y se pueden comparar entonces las medidas de los relojes. Como el instante inicial es t=0 para los relojes de las dos naves, debido a la sincronización que se efectúa en ese instante inicial, entonces llamamos T y T’ a las medidas de los relojes en el instante final, que coinciden con los intervalos temporales transcurridos para cada nave, medidos en horas (y que han de ser diferentes entre sí de acuerdo con la Teoría de la Relatividad, debido al movimiento relativo entre las naves).
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[FONT=Verdana]Aplicando la fórmula relativista del cálculo del desfase temporal [/FONT][FONT=Verdana]T’[/FONT][FONT=Verdana]=T (1[/FONT][FONT=Cambria Math]‒[/FONT][FONT=Verdana]v2/c2)1/2[/FONT][FONT=Verdana], se obtiene que a una velocidad de 1000 kms/sg (relativa entre las naves N-1 y N-2) corresponde una reducción de 0,02 segundos (en la medida del intervalo T’) por cada hora contabilizada en el intervalo de tiempo T. Como la circunferencia recorrida por cada nave es de 648000 millones de kilómetros, y ésta es la distancia que recorrería en 360000 horas (poco más de 41 años) una nave cuya velocidad es de 500 kms/sg, resulta que en el instante final del entrecruzamiento tiene que producirse un desfase temporal de 2 horas (= 7200 segundos) entre los relojes de las naves.
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[FONT=Verdana]Ahora bien, el problema surge cuando se quiere determinar, aplicando la Teoría de la Relatividad, cuál de los dos relojes (el de la nave N-1 o el de la nave N-2) tiene que estar retrasado en el instante final de este experimento mental:
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[FONT=Verdana]Como la nave N-1 se ha movido constantemente a 1000 kms/sg respecto a la nave N-2, resulta que en ese instante final (cuando las naves vuelven a cruzarse y se completa la figura del 8), el reloj de la nave N-1 tendría que estar retrasado en 2 horas respecto al reloj de la nave N-2. Es decir, que el reloj de N-1 marcaría un total de 359998 horas transcurridas mientras que el reloj de N-2 marcaría 360000 horas transcurridas.
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[FONT=Verdana]Pero como es igualmente cierto que la nave N-2 se ha movido constantemente a una velocidad relativa de 1000 kms/sg respecto a la nave N-1, entonces también ha de verificarse (en ese mismo instante final en que se cruzan las naves) que el reloj de la nave N-2 esté retrasado en 2 horas respecto al reloj de la nave N-1. De este modo, el reloj de N-1 marcaría un total de 360000 horas transcurridas mientras que el reloj de N-2 marcaría 359998 horas transcurridas.
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[FONT=Verdana]Estos resultados, claramente contradictorios, han de verificarse aplicando la misma teoría de Einstein (quien rechazó el resultado tradicional de la física clásica, según el cual los dos relojes inicialmente sincronizados tendrían que marcar también la misma hora en el instante final del experimento).
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[FONT=Verdana]Así pues, la aplicación de la Teoría de la Relatividad lleva a la conclusión de que, al haberse estado moviendo cada nave a una velocidad de 1000 kms/sg con respecto a la otra nave, cada uno de los dos relojes (el de la nave N-1 y el de la nave N-2) tendría que marcar simultáneamente las medidas 360000 y 359998 del intervalo temporal transcurrido, cosa que resulta físicamente imposible. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo con la Relatividad, las medidas de los relojes no pueden ser ficticias o ilusorias para un determinado observador sino que han de marcar unos verdaderos desfases temporales con todas sus consecuencias, y que los relojes usados en este experimento serían unos mecanismos reales que funcionan según unas leyes físicas reales y verificables. En el caso de los típicos relojes digitales, la pantalla del reloj podría tener instalado un conjunto de barras luminosas horizontales y verticales que formarían las diferentes cifras, dependiendo de las barras que estén encendidas y apagadas en cada instante y, lógicamente, cada una de estas barras no puede estar encendida y apagada simultáneamente para poder formar cifras distintas (según sea uno u otro observador el que mire la pantalla de un reloj).
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[FONT=Verdana]¿Y qué ocurriría si los relojes estuviesen programados para explotar justamente cuando marcasen la cifra 360000? ¿Cuál de los dos relojes estallaría en el instante del cruce entre las dos naves espaciales, el reloj de la nave N-1 o el de la nave N-2? [/FONT]
[FONT=Verdana][FONT=Verdana]Estas contradicciones físicas que se deducen de la famosa teoría de Einstein también se manifiestan en la llamada “contracción de la longitud” relativista, como puede leerse en mi anterior texto sobre este tema (véase [/FONT][FONT=Verdana]http://forum.lawebdefisica.com/threa...-relativistas) )[/FONT][FONT=Verdana]. Por ello cualquier supuesta prueba experimental que suele presentarse a favor de la validez de la Relatividad, ya sean los relojes atómicos del GPS o las partículas llamadas muones, debe de corresponder a algún fenómeno físico diferente a la hipotética combinación de la “dilatación del tiempo” y la “contracción de la longitud” relativistas.
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