Tweet
Hola a todos,
Esta tarde, como responsable de esta casa, he recibido una solicitud personal por parte de uno de nuestros foreros más asiduos acerca de publicar en el tablón el enlace de una petición al Gobierno de España para que participe en el telescopio E-ELT. Como sabéis, el E-ELT es un proyecto incipiente que planea construir el mayor telescopio óptico del mundo, triplicando el diámetro de los actuales y superando cualquier otro proyecto en marcha. Se trata de un proyecto del Observatorio Europeo del Sur, organización astronómica a la que España pertenece desde 2006.
En las peticiones, tanto la destinada a investigadores en astronomía afincados en el país, como la destinada al público general, encontraréis buenas explicaciones de porqué la negativa del Gobierno a involucrarse en el proyecto sería una gran oportunidad perdida para la investigación básica, el I+D e incluso la economía del país.
Sin duda se trata de una buena causa, por eso he accedido a la solicitud de publicar el enlace. Sin embargo, quisiera aprovechar para mencionar que no se trata tanto del caso concreto. Ni siquiera se trata de la actitud constante de un gobierno en un sólo país. Sino de un sinfín de situaciones y difíciles de entender. El entendimiento y conocimiento de la realidad que nos rodea es el bien más preciado de la humanidad. Por lo tanto, cualquier sistema de organización social que tenga por meta la felicidad, bienestar y progreso de todos sus integrantes debe incluir entre sus prioridades del progreso científico riguroso, en todas sus formas. Todo ello, obviamente, junto con los que deberían ser los otros grandes pilares de cualquier sociedad: la sanidad, la educación y la igualdad de oportunidades para todos y todas.
Está claro que no son pilares independientes. Descansan unos sobre otros. Fortalecer cualquiera de ellos, repercute de forma positiva al resto. Quizá, desaprovechar la oportunidad -otra más- de participar en un proyecto puntero no sea un hecho aislado, más en una época en que incluso la inundación de casos de corrupción sufre un doble y rotundo fracaso: por un lado, es incapaz de arrebatar páginas a la sección de deportes, y por el otro no ha conseguido mover ni a un sólo escaño de su sitio. Quizá, más que un telescopio de casi 40 metros, se trata de una muestra más del interés de algunos en derribar los pilares en que se debería sostener el futuro de todos, y en su lugar levantar un pedestal a la oligarquía.
Esto, probablemente, ha sido así durante muchos muchos años. No tiene porqué seguir siéndolo. Y, lo mejor de todo, es que la ciencia y la tecnología nos brinda la oportunidad de organizarlos y alzar nuestros propios pilares. Diseñados por nosotros, sin engaños ni manipulación masiva. Desde los cimientos hasta el capitel. Y, para eso, las peticiones en Internet son sólo el primer granito de arena. Importante, como todos, pero por si sólo no basta. Porque, quizá, tomar las riendas una vez cada cuatro años no sea suficiente.
Quizá, el E-ELT nos ayude a ver más allá de lo que jamás un ser humano ha podido ver con sus propios ojos. Quizá, lo que veamos sean hombres y mujeres libres.
Esta tarde, como responsable de esta casa, he recibido una solicitud personal por parte de uno de nuestros foreros más asiduos acerca de publicar en el tablón el enlace de una petición al Gobierno de España para que participe en el telescopio E-ELT. Como sabéis, el E-ELT es un proyecto incipiente que planea construir el mayor telescopio óptico del mundo, triplicando el diámetro de los actuales y superando cualquier otro proyecto en marcha. Se trata de un proyecto del Observatorio Europeo del Sur, organización astronómica a la que España pertenece desde 2006.
En las peticiones, tanto la destinada a investigadores en astronomía afincados en el país, como la destinada al público general, encontraréis buenas explicaciones de porqué la negativa del Gobierno a involucrarse en el proyecto sería una gran oportunidad perdida para la investigación básica, el I+D e incluso la economía del país.
Sin duda se trata de una buena causa, por eso he accedido a la solicitud de publicar el enlace. Sin embargo, quisiera aprovechar para mencionar que no se trata tanto del caso concreto. Ni siquiera se trata de la actitud constante de un gobierno en un sólo país. Sino de un sinfín de situaciones y difíciles de entender. El entendimiento y conocimiento de la realidad que nos rodea es el bien más preciado de la humanidad. Por lo tanto, cualquier sistema de organización social que tenga por meta la felicidad, bienestar y progreso de todos sus integrantes debe incluir entre sus prioridades del progreso científico riguroso, en todas sus formas. Todo ello, obviamente, junto con los que deberían ser los otros grandes pilares de cualquier sociedad: la sanidad, la educación y la igualdad de oportunidades para todos y todas.
Está claro que no son pilares independientes. Descansan unos sobre otros. Fortalecer cualquiera de ellos, repercute de forma positiva al resto. Quizá, desaprovechar la oportunidad -otra más- de participar en un proyecto puntero no sea un hecho aislado, más en una época en que incluso la inundación de casos de corrupción sufre un doble y rotundo fracaso: por un lado, es incapaz de arrebatar páginas a la sección de deportes, y por el otro no ha conseguido mover ni a un sólo escaño de su sitio. Quizá, más que un telescopio de casi 40 metros, se trata de una muestra más del interés de algunos en derribar los pilares en que se debería sostener el futuro de todos, y en su lugar levantar un pedestal a la oligarquía.
Esto, probablemente, ha sido así durante muchos muchos años. No tiene porqué seguir siéndolo. Y, lo mejor de todo, es que la ciencia y la tecnología nos brinda la oportunidad de organizarlos y alzar nuestros propios pilares. Diseñados por nosotros, sin engaños ni manipulación masiva. Desde los cimientos hasta el capitel. Y, para eso, las peticiones en Internet son sólo el primer granito de arena. Importante, como todos, pero por si sólo no basta. Porque, quizá, tomar las riendas una vez cada cuatro años no sea suficiente.
Quizá, el E-ELT nos ayude a ver más allá de lo que jamás un ser humano ha podido ver con sus propios ojos. Quizá, lo que veamos sean hombres y mujeres libres.
Comentario