Re: No creo que la Relatividad sea una teoría válida
Adosgel: gracias.
DDD: ¿Tampoco te gustan los invariantes relativistas?
Edito: Permíteme un agregado. Hasta el momento algo ha quedado bien establecido: no te agrada la formulación einsteiniana de la relatividad. Permíteme albergar un poco de esperanza, basada en lo siguiente. Los físicos han sabido encontrar varias formulaciones cuánticas, equivalentes matemáticamente. ¿Qué tienen distinto entonces? Se distinguen en el modo de hacer la elección entre lo que se aceptará como conjunto de axiomas y lo que se deducirá como conjunto de teoremas. Una teoría matemática coherente y completa es un conjunto constituido por un número finito de proposiciones (afirmaciones o asertos, si prefieres). Tal vez existan, o alguien esté pensando en crear, teorías abiertas, que no se limiten a un conjunto finito de proposiciones. Pero no es el caso de las teorías físicas. Si un ordenador poderoso pudiese ser programado para obtener explícitamente todas las proposiciones del conjunto de una teoría, sin tardar demasiado, podríamos divertirnos presentando muchísimas formulaciones distintas de la misma teoría. Un día escogemos del conjunto total 5 proposiciones no redundantes y les atribuimos la categoría de axiomas. Pongo 5 como ejemplo, pensando en la geometría euclidiana, pero el número adecuado de axiomas es propio de cada teoría. Cargamos en el ordenador los axiomas y la lógica utilizada. Listo, tenemos la primera formulación de nuestra teoría. Después llegan otras personas y escogen como axiomas 5 proposiciones distintas de aquellas que nosotros habíamos escogido. Las cargan en el ordenador, cargan la lógica y sale la segunda formulación. Con ese procedimiento pueden aparecer muchas formulaciones, todas matemáticamente equivalentes. Imaginemos que las formulaciones pudiesen registrarse en el Registro de Propiedad Intelectual, de modo tal que cada vez haya que pagar por utilizar una formulación. Entonces hay, digamos, 100 formulaciones de una misma teoría. ¿Cómo terminará el asunto? ¿Cosecharán los 100 autores cantidades parecidas de dinero, o la gran mayoría cosechará casi nada y algún autor se llevará la parte del león? Probablemente ocurriría lo segundo, si una de las formulaciones facilitase mucho el aprendizaje y la comprensión completa de la teoría. Si esa teoría fuese la Relatividad Especial, tú y yo probablemente no desearíamos gastar un centavo en pagarle a Einstein derechos de autor. ¿A quién le pagaríamos? ¡Ahora sí estamos en problemas! En teoría cuántica podemos escoger, pues hay más de una versión publicada. Pero en Relatividad, la formulación presentada por nuestro querido Albert sigue siendo la única versión completa y coherente que se ha publicado. Tal vez no haya faltado la voluntad de hallar otras formulaciones, pero la tarea puede ser difícil cuando no puedes cargar todo en un ordenador y tener ante tí el conjunto completo para poder escoger. Sin el conjunto completo expuesto en un ordenador, la única posibilidad es proceder por ensayo y error. Miras lo postulados escogidos por Einstein, intentas comprender por qué no son redundantes, por qué son imprescindibles y por qué son suficientes. Entonces, cuando crees que has comprendido, intentas reemplazar los postulados einsteinianos por otros escogido pot tí, que a primera vista parecen suficientes, imprescindibles y no redundantes. En base a ellos comienzas a desarrollar la teoría y algunas de tus ecuaciones coinciden con las ecuaciones de Einstein. Todo parece bien encaminado, con una formulación que facilita el estudio y la comprensión. La publicas. Antes de transcurrir una semana otras personas comienzan a deducir de tu formulación proposiciones que los experimentos o la lógica más elemental exigen rechazar. ¿Qué ocurre? ¿Eres un tonto o un necio? Nada de eso. Simplemente es una tarea harto difícil escoger postulados adecuados cuando no tienes todo servido ante tí. Personalmente la formulación einsteiniana me resulta difícil, por momentos abstrusa, pero es matemáticamente coherente. Y mientras yo no sea capaz de ofrecer una formulación alternativa más comprensible, haré dos cosas: seguir utilizando la formulación de Einstein y valorar a ese científico como a un campeón intelectual, que ha hecho sin errores una tarea particularmente difícil. No intento transformarte en admirador de Einstein ni en abogado del espaciotiempo flexible. Solamente intento que comprendas, socio, que si pensamos abandonar la casa de Papá Einstein primero necesitaremos, tú y yo, ser dueños de otra casa equivalente.
Adosgel: gracias.
DDD: ¿Tampoco te gustan los invariantes relativistas?
Edito: Permíteme un agregado. Hasta el momento algo ha quedado bien establecido: no te agrada la formulación einsteiniana de la relatividad. Permíteme albergar un poco de esperanza, basada en lo siguiente. Los físicos han sabido encontrar varias formulaciones cuánticas, equivalentes matemáticamente. ¿Qué tienen distinto entonces? Se distinguen en el modo de hacer la elección entre lo que se aceptará como conjunto de axiomas y lo que se deducirá como conjunto de teoremas. Una teoría matemática coherente y completa es un conjunto constituido por un número finito de proposiciones (afirmaciones o asertos, si prefieres). Tal vez existan, o alguien esté pensando en crear, teorías abiertas, que no se limiten a un conjunto finito de proposiciones. Pero no es el caso de las teorías físicas. Si un ordenador poderoso pudiese ser programado para obtener explícitamente todas las proposiciones del conjunto de una teoría, sin tardar demasiado, podríamos divertirnos presentando muchísimas formulaciones distintas de la misma teoría. Un día escogemos del conjunto total 5 proposiciones no redundantes y les atribuimos la categoría de axiomas. Pongo 5 como ejemplo, pensando en la geometría euclidiana, pero el número adecuado de axiomas es propio de cada teoría. Cargamos en el ordenador los axiomas y la lógica utilizada. Listo, tenemos la primera formulación de nuestra teoría. Después llegan otras personas y escogen como axiomas 5 proposiciones distintas de aquellas que nosotros habíamos escogido. Las cargan en el ordenador, cargan la lógica y sale la segunda formulación. Con ese procedimiento pueden aparecer muchas formulaciones, todas matemáticamente equivalentes. Imaginemos que las formulaciones pudiesen registrarse en el Registro de Propiedad Intelectual, de modo tal que cada vez haya que pagar por utilizar una formulación. Entonces hay, digamos, 100 formulaciones de una misma teoría. ¿Cómo terminará el asunto? ¿Cosecharán los 100 autores cantidades parecidas de dinero, o la gran mayoría cosechará casi nada y algún autor se llevará la parte del león? Probablemente ocurriría lo segundo, si una de las formulaciones facilitase mucho el aprendizaje y la comprensión completa de la teoría. Si esa teoría fuese la Relatividad Especial, tú y yo probablemente no desearíamos gastar un centavo en pagarle a Einstein derechos de autor. ¿A quién le pagaríamos? ¡Ahora sí estamos en problemas! En teoría cuántica podemos escoger, pues hay más de una versión publicada. Pero en Relatividad, la formulación presentada por nuestro querido Albert sigue siendo la única versión completa y coherente que se ha publicado. Tal vez no haya faltado la voluntad de hallar otras formulaciones, pero la tarea puede ser difícil cuando no puedes cargar todo en un ordenador y tener ante tí el conjunto completo para poder escoger. Sin el conjunto completo expuesto en un ordenador, la única posibilidad es proceder por ensayo y error. Miras lo postulados escogidos por Einstein, intentas comprender por qué no son redundantes, por qué son imprescindibles y por qué son suficientes. Entonces, cuando crees que has comprendido, intentas reemplazar los postulados einsteinianos por otros escogido pot tí, que a primera vista parecen suficientes, imprescindibles y no redundantes. En base a ellos comienzas a desarrollar la teoría y algunas de tus ecuaciones coinciden con las ecuaciones de Einstein. Todo parece bien encaminado, con una formulación que facilita el estudio y la comprensión. La publicas. Antes de transcurrir una semana otras personas comienzan a deducir de tu formulación proposiciones que los experimentos o la lógica más elemental exigen rechazar. ¿Qué ocurre? ¿Eres un tonto o un necio? Nada de eso. Simplemente es una tarea harto difícil escoger postulados adecuados cuando no tienes todo servido ante tí. Personalmente la formulación einsteiniana me resulta difícil, por momentos abstrusa, pero es matemáticamente coherente. Y mientras yo no sea capaz de ofrecer una formulación alternativa más comprensible, haré dos cosas: seguir utilizando la formulación de Einstein y valorar a ese científico como a un campeón intelectual, que ha hecho sin errores una tarea particularmente difícil. No intento transformarte en admirador de Einstein ni en abogado del espaciotiempo flexible. Solamente intento que comprendas, socio, que si pensamos abandonar la casa de Papá Einstein primero necesitaremos, tú y yo, ser dueños de otra casa equivalente.
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